COLABORACIÓN
(Yo gano, tú ganas)
ACTIVIDAD 1: FUNDAMENTACIÓN CIENTÍFICA
Explica mediante ejemplos los siguientes párrafos:
1. Colaborar significa cooperar con la otra parte
para intentar resolver un problema común y llegar a un resultado mutuamente
satisfactorio.
2. Ambas partes se unen para luchar contra la
situación, y no entre sí.
3. Cada parte debe sentir que los resultados
obtenidos mediante la colaboración son más favorables que los resultados que
podrían alcanzar por separado.
4. La colaboración requiere una relación de
confianza con la otra parte
5. La colaboración requiere una situación en la
que las soluciones creativas a los problemas beneficien a ambas partes y
requiere una buena comunicación y habilidad para resolver problemas.
6. El estilo colaborador se debe emplear cuando
tanto los resultados como la relación son de gran importancia para ambas
partes.
7. No debería emplearse cuando se requiere una
solución rápida, ya que el proceso de una verdadera colaboración suele llevar
tiempo.
8. Si existe presión para llegar a una decisión,
ambas partes acabarán frustradas, y a menudo cambiarán a un estilo menos
apropiado.
9. La colaboración es el estilo más satisfactorio
porque ambas partes sienten que alcanzan los resultados que deseaban, y la
relación o no queda afectada o mejorada.
10. Este estilo requiere esfuerzo, pero ésta es una
inversión que asegura satisfacción a largo plazo y éxito en las relaciones.
ACTIVIDAD 2: ESCRIBE EN TU CUADERNO
En una colaboración
genuina, se empieza por intercambiar información, y no concesiones, entre las
partes. Cada parte debe aclarar su situación –cuáles son sus preocupaciones y
limitaciones. El proceso de colaboración exige mantener la mente abierta,
apartar temporalmente nuestras prioridades, y considerar otras posturas.
Aunque es tentador
pensar que lo positivo de los resultados de la colaboración la convierten en la
mejor elección ante cualquier conflicto, el uso excesivo de este estilo
conlleva riesgos. Ciertas situaciones requieren soluciones expeditivas: elegir
el sitio para el almuerzo, elegir la marca de papel para usar en la
fotocopiadora de la oficina, etc. Aquellas personas que pretenden colaborar en
todas las situaciones pueden perder tiempo a raudales y, en definitiva, no
asumir la responsabilidad de sus decisiones. Por otra parte, aplicar a todas
las situaciones este estilo de colaboración crearía falsas expectativas acerca
de la capacidad de las personas para participar en la toma de decisiones.
ACTIVIDAD 3: SINTETIZA LO APRENDIDO
1. ¿Qué es lo primero que se debe hacer en la
colaboración?
2. ¿Qué actitudes debe tener quien colabora?
3. ¿Cuándo es negativo usar la colaboración?
4. ¿Por qué puede ser negativo usar la
colaboración en esas situaciones?
ACTIVIDAD 4: HACEN FALTA DOS PARA COLABORAR
Lee con atención y prepara un guion (mínimo una
página) sobre dos esposos que se aman pero que están a punto de separarse ya
que no han aprendido a aceptar los defectos el uno del otro. Sigue los pasos
que señala el texto para solucionar un conflicto mediante la colaboración. La
próxima semana algunos grupos socializarán su guión.
Si la otra persona no
colabora, los esfuerzos que haga usted para colaborar pueden hacerle
vulnerable. Realmente hacen falta dos para colaborar. Sin embargo en cualquier
situación en la que tanto el resultado como la relación sean importantes para
usted, la colaboración es el estilo óptimo. A continuación incluimos una lista
de técnicas que le ayudarán a construir la base para una colaboración con
éxito:
1. Averigüe las necesidades y objetivos de
la otra persona. Pregúntele a la otra persona qué necesita, qué quiere.
Explique usted también lo que necesita y lo que espera de la colaboración.
Reitere su deseo de que las necesidades y deseos de todos se cumplan.
2. Estimule el intercambio de información.
En muchos conflictos, las personas reaccionan a la defensiva y no comparten
totalmente la información. Para poder colaborar, debe compartir la información
completamente. Haga ver a la otra persona que usted quiere hacerle comprender
su situación perfectamente, y pídale que comparta información acerca de la suya
con usted. Recuérdele a la otra persona que usted podrá ayudarle mejor si entiende
perfectamente la situación.
3. Ofrezca alternativas múltiples. La
colaboración sólo tiene éxito si se exploran opciones creativas. Advierta su
intención de encontrar formas mejores de resolver el conflicto ofreciendo
múltiples opciones y dejando claro que no se inclina por ninguna en particular,
sino que simplemente quiere encontrar una solución beneficiosa para todos. Esta
actitud animará a la otra persona a aportar también planteamientos novedosos
ante el conflicto.
4. Ponga
énfasis en el proceso colaborador antes de hablar de soluciones. Si la otra
persona le presiona para que usted se comprometa antes de que exista un
intercambio abierto de información y esfuerzos conjuntos para resolver el
problema, le conviene replantear el proceso. Explíquele a la otra parte que
usted no está dispuesto a considerar ofertas o a cerrar una negociación hasta
tener la oportunidad de cooperar con él o ella en un estudio exhaustivo del
problema. Deje claro que usted confía en la colaboración para resolver el
conflicto, y que cree que un enfoque colaborador beneficiará a ambas partes.
5. Rechace toda interacción si las
emociones se exaltan. La colaboración requiere un entorno abierto, cooperativo
y amistoso. La rabia, la frustración, la desconfianza, y otras emociones
fuertes rompen o impiden la colaboración. Las actitudes acaloradas en un
conflicto conducen a soluciones apresuradas o a problemas mayores, no a
soluciones cooperativas. Pida tiempo para que las partes se tranquilicen. Espere
a que las emociones de la otra persona se estabilicen. Exprese su deseo de cooperar
para solucionar el problema. En la mayoría de los casos, si usted lleva el
liderazgo emocional, será fácil conseguir que la otra persona colabore.
6. Adopte un enfoque creativo para la
solución del problema. Una vez que haya conseguido que la otra persona esté
dispuesta a colaborar, recuerde que necesitan trabajar juntos para comprender
el problema, y para generar alternativas creativas. Sólo cuando tengan una
comprensión completa del problema y alternativas mejores, podrán empezar a
preocuparse por la solución a adoptar. Comiencen el proceso de colaboración con
una exploración conjunta del problema. A continuación sugerimos un formato para
crear este enfoque de colaboración:
• Primer paso. Estudien el problema.
¿Cuál es exactamente el problema desde cada una de sus perspectivas? ¿Alguno de
ustedes ha pasado por alto aspectos relevantes del problema, o lo ha exagerado,
o lo ha confundido con otro problema? Cuando ambos se pongan a hablar y a
pensar sobre el problema en sí, descubrirán nuevas y mejores maneras de
solucionarlo.
• Segundo paso. Creen muchas opciones.
Tras estudiar el problema, deben explorar soluciones posibles al mismo. Puesto
que se encuentran en un conflicto, tendrán visiones opuestas sobre cómo
resolver el problema. El desacuerdo entre ustedes puede afianzar estas visiones
opuestas, cegándoles a otras alternativas. Pero ¿hay otras formas de ver el
problema o la solución que puedan conducir a vías alternativas no competitivas?
¿Se le ocurren tres alternativas más viables? ¿O seis, o diez? Cuando apliquen
su creatividad a la solución, aparecerán nuevas opciones que darán mejores
resultados para ambas partes y beneficiarán también la relación entre ustedes.
• Tercer paso. Pónganse de acuerdo para
implementar la mejor opción. La colaboración llegará a su fin cuando ambas
partes se sientan gratamente sorprendidas por haber llegado a una “salida” o a
un planteamiento mejor que pone fin al conflicto. Cuando todos estén de acuerdo
sobre un planteamiento nuevo más beneficioso, habrá llegado el momento de poner
fin al conflicto en beneficio de todos.
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